top of page
Mamá, eterna

Mamá es eterna. Sigue viva en mí y mientras yo viva, me aseguraré de que no muera.

 

No importa si me hago viejo o si los años pasan rápido o si ya apenas reconozco a la persona en frente de mí al mirarme en el espejo. Cuando pienso en mamá, vuelvo a ser el niño que busca su voz para sentir que el mundo es seguro. Con ella, todo el rededor es bueno.

En la niñez, en la adolescencia, en la adultez, en el comienzo de la vejez. En todas, me enseñó a ser quien soy. Fue la gran maestra de mi vida. No con palabras, no era de ir soltando muchas, sino con ejemplo.

 

La recuerdo en mi niñez. Siempre pendiente, siempre dedicada. Si ser madre significa sacrificarse, ella lo hizo con creces. Recuerdo su caminado rápido mientras yo trataba de seguirle. Su mano fresca sobre mi frente caliente por la fiebre, su apoyo cuando necesitaba ser apoyado, su expresión firme cuando tenía que ser corregido.

 

La recuerdo en mi adolescencia. Etapa que me dio duro, pero creo que fue más difícil para ella como buena madre vigilante sin horario ni descanso. Nunca se dio por vencida, nunca perdió la esperanza. Confió. Confió a pesar de mi ignorancia de los peligros de la vida. Me respetó y me dejó ser cualquier cosa que yo pensaba que era, porque creyó en mi independencia, creyó que podía salir adelante. Yo me debatía por crecer; ella estaba pendiente de ayudarme a lograrlo.

 

La recuerdo cuando me hice adulto y descubrí en ella una persona desconocida. Mamá, se atrevió a ser una mujer cuando ser mujer no era permitido. Se irguió independiente, luchadora, trabajadora. Entendí, que yo era yo, por ella. Y, sobre muchas cosas, recuerdo el descubrimiento de su humor. No de ese que se construye con chistes, sino del que representa una forma de vida, una forma de reírse de los quehaceres de la propia existencia.

 

La recuerdo cuando los años pasaron y nos necesitamos. Yo a ella, ella a mí. Fue cuando dejé de ser ignorante de su ternura y la descubrí por quien era. Su sensibilidad trascendía, de la casa, de sus hijos, de sus nietos, de sus hermanas. Irradiaba al mundo con su generosidad, prudencia, el irrespeto por lo establecido en defensa de la individualidad, su desdén a los formalismos sociales, su independencia.

 

La recuerdo hoy, cuando su cuerpo se ha ido. Pienso en ella con amor, también, con admiración.

 

Y, confieso, la recuerdo con algo de remordimiento. No porque haya sido un mal hijo. No lo fui, aunque tampoco, uno ejemplar. Fui un hijo, y en serlo, le di trabajo. Fui por momentos egoísta, fui por momentos exigente, fui por momentos intolerable.

 

Entre más devota la madre, más le pide el hijo. Y ella fue devota de sus hijos.

 

Por todo, de seguro me quedo corto cuando intento recordarla. Y me convenzo, cada día más: no me creo eso que dicen de “que es como tener la mamá, pero tenerla muerta”. No lo creo, porque una madre nunca muere. No, la mía.

Mamá sigue viva, es eterna.

 

En un 10 de julio.

Fernando Nassar Montoya

“Ancestrales: Misterio de una Familia” es una de las novelas que ha escrito Fernando, y la primera en ser publicada. 

He visto nacer y evolucionar esta historia a través del tiempo y como en otras, me llamó la atención, la imaginación, la creatividad, empatía a los personajes, la capacidad para estructurar el contenido, la versatilidad temática, la persistencia y disciplina y, sobre todo, el manejo cuidadoso del lenguaje y del significado de cada palabra que seleccionó y buscó en múltiples diccionarios.

"Ancestrales", es una obra de ficción que combina la pasión por la naturaleza individual (telos) y colectiva y la sensibilidad literaria de su autor. Aquí descubriremos una historia fascinante que nos sumergirá en un mundo donde la imaginación y la realidad se entrelazan de manera magistral porque al fin de al cabo como menciona Mariano Sigma en su reciente libro El poder de las Palabras, “Somos seres anfibios entramos y salimos de la ficción como una rana sale del agua, sin esfuerzo y a veces sin darnos cuenta siquiera de que cambiamos de medio”.

Victoria Pereira Bengoa.

Compre ya la nueva novela del autor

Pedidos en Colombia de la versión impresa puede hacerlos aquí:

 Ancestrales: misterio de una familia

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Opinión de los lectores

Daniel Pérez, Bogotá
C. Stefany Romero Hurtado
bottom of page